Nuestra escuela asume y promueve los valores de respeto y aprecio a la dignidad humana, la libertad, la justicia, la igualdad, la democracia, la solidaridad, la tolerancia y la verdad.
Entendemos al niño como un ser único e íntegro cuya actitud natural es el juego y la permanente curiosidad por descubrir cosas nuevas.
Es a partir del juego que generamos las distintas propuestas de aprendizaje e interacción con los otros.
Promovemos la actividad de nuestros/as niños/as mediante la estimulación de la creatividad y la flexibilidad de trabajar en grupo.
Asumimos una gestión institucional democrática regida por los principios de participación y transparencia.
Acompañamos el crecimiento de los/as niños/as atendiendo específicamente sus necesidades emocionales y evolutivas.
Contamos con un equipo de profesionales que acompaña a las docentes y familias atendiendo las necesidades específicas del crecimiento de los/as niños/as.
Consideramos importante la adaptación de los/as niños/as y su familia al grupo y a la Institución, ya que el conocerse e identificarse es una base fundamental para crecer y aprender.
Proponemos distintos tipos de actividades que se basan en proyectos que surgen de las necesidades evolutivas, los emergentes grupales y sus contenidos curriculares acordes a cada edad.
La escuela ayuda al educando a madurar su propia identidad, en un proceso de socialización, promoviendo actitudes que permitan la participación, la solidaridad y la reflexión, propiciado en un ambiente cálido, confortable, lleno de amor y profesionalismo.
Pero sobre todas las cosas, somos conscientes de la increíble labor que nos ocupa; tender un puente de sentido entre la realidad del niño/a y su entorno más inmediato, decodificando sus primeras palabras, conociendo sus necesidades, comprendiendo sus llantos y abriendo sus corazones a la hermosa vida que amanece ante sus ojos.
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